22.9.09

Hoy trate de extrañarte, y no me salió. La melancolia que sentía en las tardes angostas desapareció.
"En hora buena", pensé yo. Eso me llevó a pensar ¿cuan real era la verdad de las palabras que te dije y cuan verdad eran las palabras que vos dijiste?
No me importa que esa pregunta se conteste, solo quiero tener en cuenta que la idealización de las personas corresponde a un estadio inmaduro del alma humana, considerome lo suficientemente madura para desaserme de esa mala costumbre de idealizar a personajes fantásticos para evitar la ruptura con la realidad. (aunque ultimamente demasiado lejos de ella me encuentro. )
Por lo tanto debo ser cauteloza al mirar, por que en este universo donde no existen los hechos solo las interpretaciones como alguna vez dijo mi querido amigo Federico Nievas, todo es relativo, hasta mi propia verdad. La analítica existencial nos hace concientes de que el conocimiento es siempre una interpretación y nada más.
Entonces ¿cómo sabré cuando idealizo?
A veces mis ansias de racionalidad me llevan a querer entender a Gödel, tal vez todo sería más sencillo.
Entonces reformulo mi pregunta "¿Siguen las palabras y las ideas reglas formales, o no?"

Entonces, y no se como llegue hasta aca, yo soy una oración verdadera, y lo que declaro es que no puedo ser comprobada dentro de este sistema al que pertenezco.

A través de Khalil Gibrán:
"Y en mi locura he hallado la libertad y seguridad; la libertad de la soledad y la seguridad de no ser comprendido, pues quienes nos comprenden esclavizan una parte de nuestro ser."

5.9.09



Ilusiones. Ganas de que las cosas sucedan.
Entro al baño. Espero a que entres. No entras.
Juego a que nos miramos de lejos. Es pura imaginación.
Me rio sola, me presumo. Te presumo.
Presiento que me presumís y me pongo nerviosa.
No pasa nada.
“Permiso” es lo único que te digo.
Te corres. Yo paso.

¿A que juego con este silencio?
Todos los días disfrazo al silencio de “tiempo”.
¿Y que sentido tiene el tiempo si no tiene palabras, colores como los de tu remera, dibujos como los de tu brazo?
¿Qué sentido tienen los días si no tiene perfumes, canciones, poesías?
Y acá estoy, escribiendo para alguien que tal vez no conozco, que tal vez era la chica de anoche, el chico de ayer, o la mujer de hace años.

Entonces, ¿Cómo defino mis sentimientos si no logro definir personas?
A veces siento que no existen las personas individualmente.
Las palabras no me alcanzan para significar lo que quiero.
Debería dibujar, pero los signos gráficos nunca me lograron entender.

Todos formamos parte de una gran persona.
No hablo de Dios todo poderoso o alguno de esos mitos todopoderosos.
No van a entender.

Debo dejar de leer.
A veces la vista me falla y creo encontrarme del otro lado de monitor.
Al diablo con la tecnología, las palabras baratas y los silencios.
Al diablo con los prejuicios, los juicios y los veredictos.

Decir las cosas en el momento indicado.
No guardar rencores conmigo misma.
No fabular historias.
No creer en fábulas.
No llorar frente a la pantalla.
No jugar a ser madura e inteligente.
No menospreciar.
No perder la compostura (esa palabra no se que significa).
No tener miedo a la lluvia.
No espiar.
No robar ideas, palabras, o frases.
No dudar.
No extrañar.
No quedarse mirando para atrás mucho tiempo.
No dejar de hacer lo que se que tengo que hacer.
No hacer lo que se que no tengo que hacer.
No mentirme.
No mentirme.
No mentirme.
Aclararme.