Juegos, palabras mágicas. 1,2,3, ya! Todos se esconden. Un plano cenital, ves como todos corren a esconderse. Vos en la terraza. No formas parte, no te animas a ser parte. Te sentas en el borde de la cornisa y balanceas tus pies. Prendés un cigarrillo y dibujas en el cielo con su humo. Las palomas te hacen compañía, pero están en la suya. Vos no las molestas.

No te vas a tirar, no es la idea y lo sabes. Solo necesitas aire y soledad. No hay música ni palabras, solo el ruido de las palomas que hasta se torna agradable.

Buscas en tus bolsillos, no hay más que unos billetes ¿esperabas encontrar algo de vida?

No te das cuenta que los instantes son la vida, que el tiempo no se mide ni en horas ni en días. No te das cuenta que las lágrimas no se gastan y que la música te provoca ganas de morir.

Estás ahí sentada, con tu angustia y tu felicidad. Con tus lágrimas y tus sonrisas. Con tus 6 personalidades y tu bipolaridad. No hay ninguna película mas que la de tu vida para mirar. Y la posibilidad de que nada tenga un sentido en la vida, la posibilidad de que los enigmas que esperabas resolver nunca se resuelvan te carcome.

Te tranquilizas luego de dos bocanadas de aire. Te autoconformas. No hay nadie alrededor. Hablas en voz alta, decís algunas palabras elegidas al azar. Los que jugaban a las escondidas se fueron, o quedaron escondidos.

Las primeras estrellas se anticipan, los vecinos se alteran. Cuantas veces en tu cabeza, maldita sea. Ya es de noche.

Te levantas, saludas al mundo. Otra vez a la realidad.

(foto por otra Mili)

Verte bajo el agua.
Verte bajo el agua mirándome.
No se en quién pienso cuando escribo esto.
Y a veces eso me asusta.
Otras veces eso me gusta.

La escritura que no llega

Me senté a escribir
y no pude.
Me senté a pintar
y no pude.
Me senté a llorar
y no quise.
Viniste a mi memoria
y no quise.

No se que me pasa que no puedo escribir. Tengo tantas emociones trabadas en la punta de mis dedos y no pueden salir.

Quiero escribir sobre vos, quiero escribir-te. Quiero rendirte homenaje, quiero destaparte(me). Quiero regalarte palabras que suenen lindo. Pero no salen, y mis ojos están tristes. Tal vez por la menstruación, pero que tristes están.
Quiero describir un pedazo de mi alma. Una compañía. Quiero escribir sobre el amor prohibido, y también sobre los desafíos. Quiero escribir sobre el odio y el rencor y todo eso en una poesía. Pero mi mano es caprichosa y no escribe lo que quiero.
¿En que creo hoy? Nunca lo escribiré.

Tengo escudo, pero no espada.

Necesito algo. Necesito algo positivo.
Estar en armonía.

Me distraen las risas de los mortales, considerándome hoy más que nunca una de ellos.
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(y nunca más supe que escribir)

-"Arriba las manos! esto es una intervención"- gritaron - "Tus comportamientos rebasaron los límites de la cordura."

-"¿Qué?" - contesto ella levantando las manos - "¿quieren decir que estoy loca?"

-"Con mucha lástima. Debemos internarte. Eso es lo que debemos hacer" - dijo su padre.

- "No! me rehúso. Padre, tu ni siquiera me conoces."

- "Eso no viene al caso, a mi me llamo tu madre y me dijo que diga eso. Parece lógico, mira en el desorden en el que vivís."

- "Estaba acomodando, vinieron sin avisar... pero esto no tiene sentido! yo soy feliz y estoy bien!" - decía ella mientras se despintaba la boca.

- "Mirate! tenés toda la pintura corrida! y la ropa que tenés puesta está sucia!" - decía su madre entre lágrimas.

- "Basta! no llóres mamá. Y vos, ¿qué haces acá?" - le decía a su amiga que estaba sentada en una silla de mimbre un poco floja. - "Vos me conoces, sos mi amiga, ayudame!"

- "Perdoname, es por tu bien. Ellos me convencieron... no se, deben tener razón." - respondió su amiga evitando mirarle a los ojos, su mejor amiga, con la que había compartido desde un pucho hasta la cama y su ropa y la misma locura por la que hoy la acusaban.


(final abierto)

¿? son muchas las preguntas

Nunca entendi, o no lo quise entender.

Es tu enojo el que no logro comprender, y no puedo esar con una persona que es capaz de cargar con tanto odio, de herir a una persona de esa forma. Y me lastimas a mi, constantemente, aunque no estés conmigo, y no lo quieras estar, me seguis lastimando al marcarme que "te ponés en un lugar que no estás" o que "no se si quiero estar con vos".
Y ese dolor ya no me importa, por que yo lo voy a dejar de sentir, pero el odio o miedo que vos sentis adentro no lo vas a dejar, va a estar siempre.

Yo estoy perdida, desorientada, tratando de encontrar ese camino que antes creía tan claro, y vos me dejas a la deriva, como corresponde. Yo lo entiendo, lo respeto, y lo quiero así, por más de todo el amor que siento por vos, y que ya ni se si es tanto.

Pero me escapo de lo que no quiero a mi lado, de peleas, heridas, gritos y cortadas de teléfono. Suficiente tuve conmigo misma, para tener otro yo afuera gritandome.

Y necesito que alguien me escuche.

Quiero estar durmiendo a tu lado. Quiero despertarme en medio de la noche y verte acostada a mi lado, con los ojos cerrados y las rodillas flexionadas. Y acercarme a vos y darte un beso en los labios, vos no te das cuenta, por que estás profundamente dormida, soñando seguramente con tu pasado (ojala algun día sueñes conmigo).

Quiero acercarme a vos, que estás dormida, con tu pijama, o tal vez sin él, y tomarte la mano y que todo lo demás se ponga borroso y mis ojos sólo logren verte a vos en la oscuridad.

Ahora que tengo tu mano entre las mias y estoy cerca de tu cuerpo, cierro mis ojos y ya nada más importa. Ni los estudios, ni los días, ni el género, ni la city.

Cierro los ojos y sueño, y sigo sin entender.