24.4.10



Me olvide de contar que hace poco oficialicé el primer casamiento lésbico en Argentina. Claro, no contaba con el aval del Estado, pero sí de la Pachamama, que en definitiva es en quien creo.

Amaicha del Valle, noche, estrellas, fuego y mucho amor.

El título de Milistra me sirvió para declarar unidas en lesbiano matrimonio a dos amigas y compañeras que quiero mucho y que se quieren entre ellas en demasía. Esta piedra que ven en la foto fue donde escribieron sus votos y que luego leyeron a los invitados a la ceremonia. Entre cada lectura chocaban piedras, afirmando el mutuo consentimiento de las palabras dichas.

La historia entre ellas dos es hermosa.

Por el Sahara libre.
No a la minería a cielo abierto.

Dos militantes aguerridas

Y bueno, que viva el amor! Hoy salgo a su encuentro.

21.4.10




"Te cambio la religion por hacer el amor"



20.4.10


Las palabras me andan fallando ultimamente, pero me volvió la inspiración en las imágenes.

Sí, me siento como en esa imagen.

18.4.10


:) una ternura, no?

Buen fin de semana!

15.4.10



El tiempo tiene una intensidad insoportable y la vida se va como si no importara

11.4.10


Y entonces, a principios del siglo XX, otra revelación: ¡NUESTRA GALAXIA NO ES LA ÚNICA!

8.4.10






Quiero pajaritos en la cabeza y mariposas en la panza



1.4.10


Años atrás decía decididamente que nunca militaría por ninguna causa, que los partidos políticos, agrupaciones y demás simulacros políticos eran mentira, eran un robo y no servían para nada. Mi sensibilidad siempre fue distinta, eso es real.

Salí de un colegio cheto, religioso y privado. Me crie en una familia “bien”, en una ciudad residencial, con un grupo de amigas y amigos “bien” y de “buenas familias”, nunca fui rebelde, era buena alumna y buena hija. En mi casa nunca “mamé” ninguna ideología política o siquiera ideas revolucionarias. Nunca me falto nada, mi familia no era "ejemplar", primero por que no existen, segundo por que a la edad de 10 años mi mamá y mi papá se separaron, de ahí todos los pequeños traumas que una puede tener, y debidos procesos, pero nunca me faltaron límites ni amor. Siempre tuve amigas, vacaciones en la playa y Tafi del valle. Tuve misa de 15 y confirmación. Se inglés y rendí bachillerato internacional, fui a Disney a los 10 años, aunque no a los 15. Nunca fui consumista, aunque para ser sincera Levi´s siempre fue mi marca favorita por el solo hecho de ser Levi´s, y tengo algún tipo de fetiche con los zapatos de taco alto y anteojos. No solía hablar de mis problemas ni de mis sentimientos, para no molestar, me descargaba conmigo misma. Estuve enferma como a los 20 años, me odiaba la gran parte del tiempo porque mi cuerpo y mi persona no correspondían al estereotipo de mujer querible, y me sometía a mil sacrificios con tal de ser “aceptada” en esta sociedad de mujeres flacas y poco pensantes. Reaccioné a tiempo, y aún me quedan neuronas.

Muchos hombres bese, mis amigas me amenazaban con que nadie me iba a querer de novia si yo era tan fácil (sociedad conservadora y machista en la que vivimos). Aún no tenía ideología, ni fama ni maldad, siempre fui buena y divertida. Etiqueta que dejo de sentarme bien cuando me convertí en "mala onda y ortiva", provocado principalmente por la falta de ingesta de comida.

Estudie derecho e hice natación, guitarra, frances, italiano y portugues. Nunca me puse de novia, salvo con un rocker de gran corazón. Tenían razón mis amigas, ninguno de esos hombres que bese me quiso de novia, y yo ahora me arrepiento de todo corazón de haber perdido la posibilidad de mi vida de ser una ama de casa desesperada. Fui a marchas del campo y lo acompañe a mi papa. Después me arrepentí.

En algún momento la realidad me penetró. En algún momento mi realidad dejo de ser una nube de pedos de colores y sin olor para convertirse en la misma mierda que hoy veo. Logre ver una sociedad que lejos estaba de lo que me habían enseñado, una religión que se comía la cola, y familias que hacian marchas por la vida matando a quien se les cruzara por delante y nunca arriesgaban sus vidas por aquel que moría.

Me asuste. Me vi sola rodeada del enemigo con sus armas y sus puños y su corrección y su discurso hegemónico.

Encontré manos que me ayudaban, encontré grupos que me apoyaban. No estaba sola, no estoy sola. Me cuestione, me cuestiono, constantemente sobre mi lugar en el mundo. Soy activista, soy militante por la transformación de este orden social, político y económico que nos oprime, que nos violenta, que nos lastima, que nos consume.

Hoy estoy en un lugar que me gusta, que me alejo de enfermedades, prejuicios y vicios. Me gusta leer libros y revistas mientras viajo en colectivo al trabajo. Volvi a colgar el estantes con libros que una vez casi me mata. Saco fotos y me encanta. Me divierto obsesionandome con historias pasadas. A mi papá lo veo una vez a la semana, y eso esta bien, a mi mamá la amo y a mis hermanas las quiero. Ya no rezo antes de dormir ni cuento las calorías que comí. Soy felíz. Gracias a los y las que colaboran para que siga así cada día y cada noche.