
Me olvide de contar que hace poco oficialicé el primer casamiento lésbico en Argentina. Claro, no contaba con el aval del Estado, pero sí de la Pachamama, que en definitiva es en quien creo.
Amaicha del Valle, noche, estrellas, fuego y mucho amor.
El título de Milistra me sirvió para declarar unidas en lesbiano matrimonio a dos amigas y compañeras que quiero mucho y que se quieren entre ellas en demasía. Esta piedra que ven en la foto fue donde escribieron sus votos y que luego leyeron a los invitados a la ceremonia. Entre cada lectura chocaban piedras, afirmando el mutuo consentimiento de las palabras dichas.
La historia entre ellas dos es hermosa.
Por el Sahara libre.
No a la minería a cielo abierto.
Dos militantes aguerridas
Y bueno, que viva el amor! Hoy salgo a su encuentro.