21.6.10

Una sorpresa agradable fue pasar mi sábado con una persona que conozco poco. Teníamos un propósito, aún lo tenemos.
La charla más que agradable era llevada por sus preguntas disimuladas y ordenadas, nos dirigiamos hacia un lugar que desconociamos, pero sin miedos. Cada tanto yo me quedaba en silencio, pensaba en sus preguntas y en sus palabras, en las mias. En ningun momento me incomodo su precencia ni los silencios.

(Yo soy una persona un poco callada con la gente en general, y muchas veces me ponen nerviosa los silencios. Por eso generalmente evito el contacto visual en los colectivos con cualquier persona, con el miedo terrible de que un conocido o una conocida decida sentarse a mi lado y charlar... Una vez me acuerdo que tenía q subir a Tafi del Valle (2 hrs de viaje en montaña) con la madre de una amiga que no se caracteriza por su simpatía. A las tres cuadras de mi casa se me habian acabado todos los temas de conversación pensados... opte por hacerme la dormida.)

"Cuerpo político". Esa era la idea que debía representar en una sola imagen, una sola fotografía. Un desafio, una situación de quiebre y de ruptura con lo que pienso que soy y con lo que realmente soy. ¿Qué significa ser un cuerpo politico?¿Cómo se expresa mi cuerpo?¿Cómo digo lo que quiero decir con mi expresión, mi postura o mi ropa?

Paredes blancas, dos luces que me alumbraban, una cámara en el medio de la habitación, una persona detras que había logrado perder toda identidad real para convertirse en mi espejo, en mi confidente. Le conté mis miedos, cuestioné mi pudor, mis verguenzas y mis prejuicios. Construimos una imagen que sigue construyendose.

Yo estaba ahi, estaba parada mostrandome al mundo, mostrando una mujer diferente a las que salen en revistas, una mujer que rompe con algunos esquemas pero que no logra alejarse de otros, una mujer que decide nombrarse lesbiana y hacerse en esas palabras.

Me sorprendió mi sinceridad. No por que sea mentirosa, sino por que sentí expresar mis miedos, lo más dificil de hacer. Me confronte con cosas que no tengo habladas y con situaciones irresueltas. Leimos un extracto de un libro, hablamos de Borges, fumamos como chimeneas.

Es un proyecto que comienza, que me sorprendió, me incentivó, me impulsó. Es un desafio.

Puedo nombrarme activista, militante, lesbiana, amazona, lo que yo quiera. ¿Puedo mostrarme todo eso?

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